Curso de Medicina Tradicional Tibetana

El artículo de esta semana está dedicado a la presentación del próximo curso de Medicina Tradicional Tibetana.

Desde octubre de 2016 hasta junio de 2018 contaremos con la presencia del Dr. Lobsang Shrestra, doctor en Medicina Tradicional Tibetana, en el Centro Tibetano Thubten Dhargye Ling, en Madrid.

Durante dos años el doctor nos guiará, con su experiencia de más de 20 años de enseñanza en el mundo occidental, por la esencia, la profundidad y la sutileza de esta ciencia médica milenaria.

El curso tiene dos modalidades para poder realizarlo: presencial y online, y presenta tanto sesiones teóricas como prácticas.

Podéis encontrar el detalle y contenido del curso en el siguiente enlace: Curso de Medicina Tradicional Tibetana.

La enseñanza que se propone permite tener una visión amplia de cómo esta Medicina entiende el concepto del ser humano, desde su concepción hasta su muerte, el proceso natural de salud, su desquilibrio, la forma de diagnosticar las causas del mismo y los métodos posibles para hacerle frente y recuperar el estado de bienestar.

De igual forma, el estudiante entenderá de forma sencilla las opciones que tiene en su mano para asegurarse una vida plena, alegre y feliz.

La Medicina Tracional Tibetana nos acerca a un conocimiento interno profundo de nuestro ser.

A través de su estudio, seremos capaces de comprender dónnde reside el equilibrio que perseguimos en nuestra vida y , aún más importante, sabremos cómo poder ayudar a otros a conseguirlo.

¡A todos os animo a que aprovechéis esta oportunidad única de aprender a vivir vuestro día a día con plena conciencia!

Quedan pocas plazas, ¡no dejes que se te pase!

Claves del desequilibrio

¿Qué puede ser causa de un desequilibrio en mi estado de salud?

Para la Medicina Tradicional Tibetan, la enfermedad se manifiesta en el ser humano cuando las tres energías principales, viento, bilis y flema, que mantienen un equilibrio, lo pierden.

Para que ese desequilibrio se produzca es necesario que se den unas causas que lo propicien y, además, que se reúnan las condiciones para que de dicho desequilibrio se manifieste en un desorden o enfermedad.

Las causas proceden de la alimentación y el comportamiento (físico y mental), fundamentalmente, pero también de agentes externos tipo incidentes desafortunados, influencias energéticas o propiamente el karma acumulado.

Cuando la causa aparece se dice que el desequilibrio se acumula. Si las condiciones necesarias (clima, emociones, etc.) acompañan, entonces el desequilibrio se manifiesta. Será necesario realizar un diagnóstico con el fin de conocer la causa, y tras ello, aplicar el tratamiento más adecuado que ayude a recuperar el equilibrio.

A modo de guía, y con el fin de tener una idea de qué nos puede suceder que nos haga perder el equilibrio, vamos a listar las causas más comunes relacionadas con el desequilibrio de cada energía:

1- Desequilibrios de viento

Generalmente proceden de:

• Ingerir, en exceso, comida de sabor amargo y astringente.
• Abusar de comida de calidad ligera, áspera, fría y seca
• En estados emocionales bajos
• Por acumulación de falta de sueño, descanso o una alimentación irregular
• Ante casos de pérdida de sangre, exceso de vómito, diarrea, o bloqueo al estornudar, o eliminar los residuos del cuerpo
• Exposición larga a sitios fríos y ventosos

2- Desequilibrios de bilis

Su origen más común está en:

• Ingerir, en exceso, comida picante
• Abusar de comida caliente, de calidad aguda y aceitosa
• Guardar estados emocionalmente alterados de enfado o ira
• Dormir durante el día
• Esfuerzos físicos elevados durante el día
• Sufrir golpes o caídas

3- Desequilibrios de flema

Aparecen de forma habitual por:

• Ingerir, en exceso, comida dulce o amarga
• Abusar de comida de calidad pesada, aceitosa, fría, o comida cruda
• Excederse en comida y bebida
• Permanecer en sitios fríos y húmedos
• Acumular humedad y excesivo contacto con agua
• No protegerse del frío y la humedad adecuadamente
• Llevar una vida muy sedentaria

Cada uno de nosotros tenemos una constitución característica que nos hace más susceptibles a unos desequilibrios u otros. Pero en nuestro día a día, es fácil ser consciente de aquello que puede romper nuestro equilibrio energético y evitarlo, con el fin de lograr una vida más saludable y armoniosa.

El frío del verano y la regularidad estival

Por exceso o por defecto, la evacuación puede ser un problema en verano.

Llega el verano y con él nos vemos enfrentados a otros lugares, viajes, vacaciones, horarios diferentes, dieta menos regular, etc. Éstas son algunas de las causas que influyen en la regularidad de nuestra evacuación. El problema fundamental se encuentra en la energía viento.

A cada persona le puede afectar de una forma diferente. A aquellos con exceso de frío en el cuerpo, el viento tiende a provocarles un mayor bloqueo; mientras que personas con calor o metabolismos fuertes, suelen presentar casos de diarrea.

¿Qué podemos hacer o cómo podemos contribuir a evitar estos problemas?

La primera solución es la regularidad, intentar no cambiar en exceso nuestros hábitos en las vacaciones, empezando por horarios y dieta. El cambio de agua, el frío por los aires de la playa o la montaña cuando venimos del calor de la ciudad, tienen un efecto directo.

Si padecemos estreñimiento, estas son algunas claves que nos pueden ayudar:

• Evitar comidas frías y comidas con mucho azúcar.
• Evitar comidas muy pesadas y con mucha grasa, difíciles de digerir.
• Tomar comidas con alto contenido en fibra.
• En ayunas por las mañanas tomar agua caliente, o un té con un poco de leche.
• Los yogures y la papaya son buenos compañeros para estimular el movimiento intestinal.

Si sentimos que el problema no parece solucionarse, es bueno aplicar una terapia de ayuno, con yogures y agua durante un par de días para limpiar el intestino.

En el caso de la diarrea, el frio del cuerpo está acumulado en exceso y el cuerpo reacciona eliminando en exceso. Es recomendable atender a lo siguiente:

• Evitar comidas frías.
• Evitar comidas estimulantes, café, picantes, etc.
• Tomar un preparado de arroz con mantequilla y sal (un cucharada de arroz en un vaso de agua, cocer, deshacer y añadir un poco de mantequilla, sal, y un poco de azúcar).
• Evitar andar descalzo, la arena fría, los lugares con viento.
• Llevar el estómago protegido.
• Aplicar calor en la zona del bajo vientre.

Basta un poco de atención y evitar los excesos con el frío, y podremos tener un verano más regular.

 

Fluir con nuestro cuerpo

¿En cuántas ocasiones hemos evitado la respuesta natural del cuerpo?

Nuestro cuerpo reacciona con impulsos naturales a determinadas necesidades internas, como toser, estornudar, llorar o dormir. Sin embargo, no siempre permitimos que se produzca. En ocasiones porque no tenemos tiempo, porque no es el momento, o por razones sociales. En definitiva, evitamos de forma casi inconsciente escuchar los impulsos del cuerpo.

¿Sabemos lo que eso significa?

La Medicina Tradicional Tibetana considera que hay 13 impulsos naturales del cuerpo para los hombres y 12 para las mujeres, a los que debemos escuchar y responder de forma fluida. En caso contrario, producen en el cuerpo reacciones adversas que pueden dar lugar a desórdenes y, en todo caso, a bloqueos de la energía viento y, con ello, al funcionamiento general del sistema.

1.Suprimir la sensación de hambre

La supresión habitual de esta sensación por medio de hacer ayuno o evitar comer cuando se tiene hambre, puede dar lugar a malestar general, mareos, demacración y anorexia.

2.Suprimir la sensación de sed

Evitar beber cuando se tiene sed, o posponer el momento, puede conllevar sequedad en la boca, mareo, desmayos y problemas de corazón.

3. Suprimir el vómito

Cuando contenemos el vómito se puede producir náusea, disnea, anemia, picores, urticaria, problemas de piel y ojos, tos y fiebre.

4. Suprimir los estornudos

Contener los estornudos provoca fundamentalmente problemas de atención, claridad en la percepción, dolores de cabeza, tortícolis y parálisis facial.

5. Suprimir los bostezos

La supresión de los bostezos da lugar a los mismos problemas que la contención de los estornudos, es decir, problemas de atención, claridad en la percepción, dolores de cabeza, tortícolis y parálisis facial.

6. Suprimir la inspiración profunda

La necesidad de tomar aire intensamente no debe suprimirse, su contención puede acarrear desmayos y problemas de corazón.

7. Suprimir la sensaciónd de sueño

El evitar dormir cuando se tiene sueño puede causar bostezos, pereza, dolor de cabeza y sensación de cabeza pesada, cansancio de ojos y problemas digestión.

8. Suprimir la tos

Cuando se fuerza no toser, se provoca en el cuerpo una necesidad aún mayor de generar más tos. Puede además provocar la aparición de disnea, hipo, demacración, problemas de corazón y anorexia.

9. Suprimir el llanto

La supresión de la necesidad de llanto puede inducir problemas de corazón, de cabeza, generar frío en el cuerpo, mareos y anorexia.

10. Suprimir la expulsión de aire

Cuando contenemos la expulsión de flatulencias se genera un movimiento interno que empuja el aire hacia arriba pudiendo dar lugar a problemas de colon, estreñimiento, problemas digestivos, problemas en la vista o de corazón.

11. Supresión de la necesidad de evacuar

Las heces deben eliminarse siempre que se sienta la necesidad, suprimir este impulso natural puede acarrear problemas de cabeza, dolor de piernas y acumulación de frío.

12. Supresión de la necesidad de orinar

Cuando se siente el impulso de orinar no debe contenerse. Su supresión puede dar lugar a generar piedras, dolores de vejiga y dolores en la región genital.

13. Supresión de la eyaculación seminal

La contención de la eyaculación puede provocar eyaculaciones excesivas de semen, dolores en el pene, retención de orina, cálculos renales e impotencia.

De la misma forma que suprimir estos impulsos implica la aparición de un problema de salud, forzar cualquiera de esas actividades de naturales conlleva, igualmente, el germen de un desequilibrio.

En el día a día debemos ser capaces de fluir naturalmente con el cuerpo, y ser conscientes de sus necesidades.

Una jornada a compartir

¿Está la Medicina Tradicional Tibetana cerca de nosotros?

Esta semana me gustaría compartir con vosotros un evento que tendrá lugar el día 2 de julio en el centro budista tibetano Thubten Dhargye Ling.

Se trata de una jornada divulgativa que nos acercará la Medicina Tradicional Tibetana. A través de la exposición de su bases, lograremos comprender su enfoque vital. Es una ocasión especial en la que disfrutaremos de un recorrido por este ancestral y, a la vez actual, sistema médico.

La información y el detalle de la misma lo podéis encontrar en el enlace: Jornada de Medicina Tradicional Tibetana. Se trata de un momento único para aquellos que busquéis una oportunidad de entender el funcionamiento de las energías vitales, el concepto de salud y  enfermedad, los distintos diagnósticos y los tratamientos disponibles.

Durante esta exposición se abordará la concepción del ser humano, la íntima relación entre el cuerpo y la mente, las causas detrás del desequilibrio en nuestra salud, el comprender la forma de entender los mensajes que nos aporta cada día nuestro cuerpo y nuestra mente, la capacidad real de tomar la salud en nuestras manos por medio de sistemas y métodos accesibles en nuestro día a día, y el modo de entender la vida, y con ella, la salud, el bienestar y la felicidad.

Os invito a que entréis en el enlace. Y para aquellos que tengáis la ocasión de acudir, mis mejores deseos de salud.

Tashi Delek

Una protección efectiva y necesaria

Somos capaces de mantener nuestro nivel de energía y vitalidad cada día?

La capacidad de energía vital que las personas tenemos está limitada y requiere que cada cierto tiempo seamos capaces de recargarla.

Esa energía procede de dos elementos que la Medicina Tradicional Tibetana identifica como las esencias DANG y LA.

La energía DANG es nuestra fuerza física, nuestra vitalidad, y depende en gran medida de nuestra alimentación, nuestra forma de vida y el estado de actitud interna. Esa energía se pierde cada día en la interacción con nuestro entorno y la preocupación interna que nos puede generar. Es nuestro brillo y nuestra capacidad de hacer.

Podemos recuperar esta energía cuando seguimos la dieta correcta, unas prácticas de meditación adecuadas y cuando miramos la vida con un enfoque adecuado, entendiendo la realidad que nos rodea.

La energía LA es nuestra fuerza más sútil, nuestra energía espiritual, nuestra conexión con el mundo al nivel más profundo. Nuestra energía LA es nuestra esencia, reside en nuestro corazón y nos permite ser quienes somos. Esta energía depende de nuestra vitalidad pero, mucho más, de nuestra práctica espiritual y nuestra capacidad de entender la vida.

Las influencias negativas, las emociones y sensaciones dañinas, las preocupaciones, el estrés excesivo, en definitiva, todo aquello que nos deja fuera de nostros mismos, desciende nuestra energía LA.

Recuperar nuestra energía sutil es una tarea complicada, y por ello, es necesario ser conscientes de ello y buscar la forma de protegerla y evitar que se pierda. La Medicina Tradicional Tibetana nos propone una serie de elementos naturales que nos pueden aportar esa protección.

Se les conoce como joyas tántricas, y utilizan los poderes acumulados por años y años en las piedras y minerales para generar un aura protectora que nos ayuda a mantener nuestra energía y vitalidad.

El poder de la turquesa, el lapislázuli, el coral, la perla o el ágata, engarzados en plata nos aportan un extra de vitalidad, energía y protección .

El coral nos aporta la energía que necesitamos en nuestro día, es el poder físico que nos hace estar fuertes y preparados.

El lapislázuli es el aliado para el equilibro y la calma, el protector contra interferencias y nos aporta capacidad mental.

Es el color que se asocia con el Buda de la Medicina.

Después está la turquesa, de color azul y verde. Es el elemento que predomina en la cultura tibetana. Es la joya de la fuerza interna, la vida en estado más puro.

Estos protectores se llevan en contacto con la piel. La mejor forma es a través de combinaciones que nos aportan los complementos de unos y otros.

Os invito a revisar nuestra colección de joyas tántricas y  protectores, que espero os gusten: Joyeria tántrica

Una sencilla lectura para los niños

¿Cómo puedo examinar el estado general de salud de un niño?

Para la Medicina Tradicional Tibetana se considera niño, a los efectos de la técnica de diagnóstico que vamos a ver, hasta la edad en la que son capaces de comunicarse y distinguir y entender el dolor en una parte de su cuerpo.

La salud de un niño se examina, principalmente, a través del examen del reverso de la oreja, cuando se pasa una luz a través de la misma. En la terapia tradicional, este examen se hace con la luz del día, al inicio de la mañana.

La luz del sol pasa a través de la oreja y entonces, el médico es capaz de examinar las venas que se muestran.

Principalmente hay tres venas que atraviesan la oreja y la dividen en tres partes, una en la zona superior, otra en la zona media y una más en la zona inferior. Para un chequeo completo de salud deben examinarse las dos orejas.

¿Qué se ve en cada oreja y en cada vena?

En la oreja derecha, la vena superior nos indica el estado de los pulmones y el intestino grueso; la vena intermedia la condición del hígado y la vesícula biliar y la vena inferior, el estado del riñón derecho y la vejiga.

En la oreja izquierda, la vena superior nos indica el estado del corazón y del intestino grueso; la vena intermedia la condición del estómago y del bazo y la vena inferior, el estado del riñón izquierdo y del útero o las vesículas seminales, dependiendo de si es niña o niño.

De las venas se observa el color que presentan.

Un color marrón u oscuro indica la presencia de fiebre en el organismo, que está conectada generalmente con el corazón y el hígado. Si la vena intermedia del hígado y la vesícula tiende a amarillo, indica un problema de vesícula. Si las venas se vuelven amarillas con un tono pálido cercano al blanco, el niño o la niña está experimentando un problema de frío, que se manisfestará casi siempre en el estómago. Si están totalmente blancas se trata de un problema frío de mayor intensidad, que dará lugar a vómitos y estómago hinchado.

Existen dos casos particulares a tener en cuenta. Cuando las venas principales apenas se ven o se ven muchas venas conectadas, se dice que la energía del niño o la niña es débil. Por el contrario, si las venas en su totalidad están muy oscuras, se dice que el niño presenta influencias negativas externas.

En la cultura tibetana, en ambos casos se recomienda que, además de medicación, el niño o la niña visite a un lama para que realice una ceremonia.

Si no se tiene el sol, el ejercicio puede hacerse con una linterna desde delante de la oreja.

Atrás podrán observarse los patrones de las venas que atraviesan el lóbulo.

Ésta es una sencilla forma de observar la salud a los más pequeños.

Un sencillo chequeo cada mañana

Nuestro cuerpo nos cuenta de nosotros, ¿somos capaces de entenderlo?

En la Medicina Tradicional Tibetana existen varios métodos de diagnóstico. Uno de los más importantes es el chequeo de la orina. Un método complejo y del que se obtiene mucha información y que requiere de mucha experiencia.

De la orina, un doctor tibetano es capaz de analizar: el estado de salud de un paciente, los posibles problemas de salud, enfermedades, intoxicación o incluso signos de una cercana muerte.

Sin embargo, fuera de esa complejidad, cada uno de nosotros puede realizar un sencillo chequeo cada mañana a través de su orina.

Si la noche anterior no nos levantamos a orinar, la primera parte de la orina lleva consigo los restos de la cena, por eso debe descartarse, y sólo atender a la segunda parte. Si hemos orinado durante la noche, podemos analizar la orina desde el primer momento.

Se puede hacer el chequeo bien en un recipiente transparente o en un recipiente blanco, de forma que no se altere el color de la orina que estamos observando.

¿Qué miramos en la orina? 

Los parámetros más sencillos a verificar son cinco: color, olor, vapor, densidad y presencia de burbujas.

Orina de una persona sana

1. Color: amarillo casi transparente
2. Olor: sólo huele a orina
3. Vapor: presente, pero ni es denso ni duradero
4. Densidad: clara o transparente
5. Burbujas: de tamaño medio

Orina que muestra la presencia de algún tipo de desequilibrio

1. Viento: color azulado o transparente, sin olor, sin apenas vapor,  de densidad poco espesa y de burbujas grandes que se mantienen.
2. Bilis: color amarillo fuerte u oscuro, de olor intenso (a veces mal olor), con un vapor denso y persistente, de fuerte densidad y con burbujas de tamaño medio que desaparecen rápido.
3. Flema: color blanquecino, sin olor, sin vapor (por su frialdad), de tonalidad translúcida y de burbujas pequeñas que se pegan unas a otras y permanencen.

Podemos observar la orina siempre que acudamos al lavabo. Asímismo, podremos observar la influencia de los alimentos en el olor de la orina, el color cambiante y, con el tiempo, percibir los síntomas de desequilibrio.

Un aroma que nos aporta armonía

¿Se puede respirar para lograr el equilibrio fisiológico y mental?

Para la Medicina Tradicional Tibetana existe un aroma que nos aporta equilibrio interno y sostén físico. Se trata de un incienso cuyas características son alabadas por todos los médicos tibetanos, el incienso de Agar 31.

Este incienso se obtiene en esencia del árbol de Agar, un árbol que crece principalmente en el sur de India y cuya corteza es conocida por sus propiedades calmantes.

De esta corteza, que contiene unos aceites esenciales, se realiza el incienso Agar 31, conocido por su efecto medicinal.

Se le reconoce por su aroma suave, que penetra profundamente en el organismo, logrando apaciguar la energía mental y con ello ayudar en el equilibrio de nuestro sistema nervioso.

En la Medicina Tradicional Tibetana el incienso se prescribe por los doctores y terapeutas para ayudar en los procesos relacionados con nuestros procesos mentales y psicológicos, nuestros sentidos y nuestras sensaciones.

Su uso puede ser directamente como un incienso que perfuma el ambiente, o bien inhalando su aroma profundamente.

De él se reconocen muchas propiedades: calma el estrés, la angustia, el nerviosismo, alivia la presión en el pecho, la tensión de cuello y hombros, aclara la mente y la percepción de los cinco sentidos.

Además, permite calmar el sistema nervioso, lo que permite ayudar en el proceso de sueño, mejorando el descanso.

Igualmente, su aroma ayuda en los procesos emocionales, permitiendo un estado anímico más equilibrado, lo que ayuda a tomar distancia con las situaciones y tener reacciones más calmadas.

Al ser un elemento que trabaja para facilitar los procesos relacionados con la energía viento, se recomienda que se aplique al final de la tarde o poco antes de irse a dormir.

Es un incienso que está al alcance de todos y puede adquirirse en el enlace siguiente: Incienso Agar 31

Sus beneficios son rápidamente reconocibles con un pequeño uso cotidiano en casa.

¡Os animo a ponerlo en práctica!

Preparaciones caseras para masaje

¿Cómo tratar los casos especiales de viento? una solución casera.

Todos los días llegan pacientes a la consulta de masaje que requieren un trato especial a la hora de poder hacer frente a sus particularidades, estamos hablando de casos de ansiedad, estrés, o desequilibrio emocional. Y también hablamos de personas mayores cuyo tratamiento requiere una atención especial.

Para todos ellos a veces no basta con un simple aceite de almendra o sésamo, y hemos de acudir a preparados más densos que ayuden a calmar la fuerza del viento y conseguir los resultados que nos proponemos.

Ya vimos una solución sencilla, con el aceite especial que el Men Tsee Khang elabora bajo la marca Sorig, como podéis ver en el enlace Aceite para masaje.

En otras ocasiones podemos acudir a remedios caseros. Os propongo dos preparados de mantequilla que funcionan estupendamente en los casos anteriores, su preparación es sencilla y bastan unos mínimos ingredientes para ello:

Mantequilla de nuez moscada

Para prepararla:

• 1 cucharada pequeña de nuez moscada en polvo
• 1 cucharada pequeña de harina de cebada
• 2 cucharadas pequeñas de mantequilla (de vaca)

Se calienta la mantequilla hasta que queda líquida y en ella mezclamos los otros ingredientes, consiguiendo un preparado denso y uniforme.

Se aplica a temperatura templada fundamentalmente en la espalda, cuello, brazos y pecho. Este preparado actúa profundamente en el cuerpo para aliviar tensiones, dolores de cabeza, minimizar problemas de sueño, mareo, ansiedad y estrés en general.

Mantequilla de gengibre

Para prepararla:

• 1 cucharada pequeña de gengibre en polvo
• 1 cucharada pequeña de mantequilla (de vaca)

Se calienta la mantequilla hasta que queda líquida y en ella mezclamos el gengribre formando una crema líquida.

Se aplica caliente en las zonas de dolor, especialmente articular y muscular.

Al alcance de nuestra mano y con las pequeñas cosas de cada día, podemos contribuir a mejorar la salud de áquellos que están a nuestro lado.